Crece el cuerpo en su conjunto:
huesos y tejido muscular; notarás que la piel y tal vez el pelo tendrán mayor
grasitud, tal vez tendrás acné, los famosos “granitos”, que te requerirá un
lavado más frecuente de tu cara.
En los varones es común la “voz de gallo”, porque la voz y las cuerdas vocales también están cambiando. A las chicas, los vellos se les harán más evidentes en el pubis y las axilas; a los chicos además en la cara y las piernas. Hay varones a quienes se les generaliza el vello en los brazos e incluso en la espalda, como a otros nunca les aparece.
También se desarrollarán por completo tus genitales...
A los varones, el pene, en algunas situaciones o sueños, cambia de posición, es lo que se llama erección.
También, a veces al despertarse los varones, podrán sentir mojada la ropa interior con una sustancia llamada semen, provocada por la eyaculación ocurrida mientras sueñan algo agradable o excitante. Es el indicio de que el cuerpo del varón se está preparando para tener hijos/as. Y es por ello el inicio de nuevas y diferentes responsabilidades.
Las mujeres verán un pronunciamiento en sus senos, un ensanchamiento en la cadera y seguramente dentro de poco tiempo comenzarán a menstruar.
A partir de este momento, los ovarios liberarán un óvulo cada mes, y la membrana que reviste el útero se preparará para anidar un posible óvulo fecundado, y si esto no sucede, se produce la menstruación. Así que la menstruación no es “estar enferma”, es un proceso natural, que se da una vez cada 28 o 30 días, que indica que la mujer está creciendo y que en un futuro, si así lo decide, podrá tener un/a hijo/a.
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