Con una larga historia que tiene su origen en la antigua china, "la chichigua" como se le conoce en la República Dominicana, ha conquistado diversos escenarios por la simpleza en su uso y facilidad de construcción, además de sus contribuciones en investigaciones y estudios para la creación de sofisticados inventos.
Estas características han permitido que exista una amplia diversidad de estilos, formas, colores, materiales y técnicas que se transmiten de una generación a otra y que varían según el país, zona o región, convirtiéndose en una forma de expresión y en reflejo de la creatividad y originalidad propias de cada pueblo.
Así, las tradicionales dominicanas se distinguen por su colorido y el ingenio de sus creadores que utilizan todo tipo de materiales para su confección, entre ellos el papel crepé, papel vejiga, funda plástica y otros, que permiten plasmar mensajes tomando como referente figuras, personajes o símbolos representativos de nuestra identidad, como es el caso de la bandera nacional dominicana.
Este arte, deporte o pasatiempo se hizo popular en nuestro país, acogiendo el mes de marzo e inicio de la temporada de cuaresma, como la época idónea para “el vuelo de la chichigua”, debido a los vientos favorables o brisas que son característicos en estas fechas.
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